Marina Medina
-O. Cist.
Cuando
hablamos del Sagrado Corazón, inmediatamente lo asociamos con Santa Margarita
María de Alacoque y San Claudio de la Colombière, entre otros.
Pero, ¿debemos
esperar hasta el siglo XVII para oír hablar del Sagrado Corazón?; ¿no tenemos
noticias de este amable Corazón si volvemos la vista atrás a otros siglos?
Si nos fijamos
aunque sea mínimamente, podemos observar que el Corazón de Jesús era conocido y
amado ya entre los primeros cistercienses.
De allí que nuestro querido Hermanito
Carlos haya heredado ese amor tan grande al misterio del Corazón del
Redentor sembrado por Maria de Blondy primero y cultivado por la
tradición de los santos de la Trapa en la vida de nuestro Maria
Alberico.
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